sábado, 7 de mayo de 2022

LA VEJEZ: eso que has de vivir si no mueres antes. ¡DISFRUTALA!




El libro incluye una serie de artículos publicados desde 1990 en diversos ámbitos y por variadas circunstancias y un último texto escrito a raíz de la edición de este libro. 


Quiero denominarlos transgresores porque rompen la idea típica y tópica que se tiene sobre la vejez considerada en líneas generales como una infravaloración y decadencia del conjunto de las capacidades personales, y, por otra parte, porque lo que se expresa puede ser considerado incorrecto según las creencias y normativas sociales. 


Comenzaré transcribiendo algunos párrafos del libro: “Cuerpo, mente, comunicación” considerados por mí esenciales, referentes sobre el envejecimiento y más concretamente sobre la importancia del movimiento para mantenerse en un grado óptimo de salud. 

 

En el último apartado figura un artículo escrito especialmente ahora, para esta ocasión, en el momento de la publicación de este libro, exponiendo mis ideas actuales sobre el envejecimiento, que en general no varían un ápice de los anteriores artículos escritos desde 1990. 


En esta última incursión pueden destacar varios aspectos clave para entender el hecho de la vejez: 


Primero, que el envejecimiento es el resultado de la vida vivida anteriormente. Lo que hicimos en el pasado es la consecuencia del resultado presente, de nuestra vejez. 

Esta consecuencia de la forma o estilo de vida desarrollada anteriormente, está determinada fundamentalmente, segunda clave, por la desigualdad social a la que estamos sometidos. 

La desigualdad social que parte notoriamente del poder económico de una clase social, de sus privilegios y condicionamientos sobre la mayoría de los ciudadanos, determina todos los ámbitos de la vida. Este estatus económico modela y condiciona a su vez todos los demás ámbitos: cultura, sanidad, educación, cuidado, y el modo o estilo de vida consecuencia de la calidad vejez. 


La vejez y el envejecimiento del rico no tiene nada que ver con la vejez y el envejecimiento del pobre. Gran parte de los tópicos e ideas preconcebidas sobre la vejez se asignan exclusivamente a los pobres. 


Por tanto, de aquí extraemos varias conclusiones: una, que el resultado de la calidad de la vejez es fundamentalmente social, no biológico; dos, que hay que modificar las condiciones sociales de vida, -las desigualdades económicas y sus efectos-para modificar la vejez; tres, que el mejoramiento de la calidad de la vejez radica en la prevención de sus efectos negativos, como debiera hacerse con cualquier enfermedad, para que esta no exista o sea más benigna, hay que prevenir tanto la enfermedad como sus posibles efectos. 


Como en general en nuestra sociedad no existen presupuestos para la prevención de la enfermedad, tampoco existen para la prevención de la vejez. 


Por otra parte, la vejez y el envejecimiento, no responde solo a una cuestión física sino sobre todo a un conglomerado psíquico. La salud tampoco es meramente física, sino que atañe a lo psíquico, a lo social y medioambiental. 


Con lo cual, cuatro, la prevención de la vejez conlleva un cambio radical en el estilo o forma de vida, vivida previamente. Ese cambio de vida -utópico hoy día- llevará mucho tiempo para dejar de ser utópicopero implica tener amplia consciencia de ello para poder iniciar el cambio. 

Hay que modificar la forma de vivir o estilo de vida, para modificar la vejez. Pero para modificar el estilo de vida y el envejecimiento hay que modificar en gran medida la sociedad y acabar con la desigualdad. 


En todos los ámbitos que compiten al envejecimiento es necesario dedicar los máximos presupuestos a esta meta, pero que no es únicamente a la vejez, sino a la vida misma desde el primer momento, desde la infancia. 

Dediquemos los máximos presupuestos para vivir mejor y tendremos una mejor vejez. En este objetivo ya no estaría solo el evitar la desigualdad que sería el primer y básico objetivo causante de todos los males, sino que, en el caso presente bastante real de no poder eliminar las desigualdades causantes de los males de la vejez, si tendríamos que dedicar los presupuestos estatales para solucionar las diferencias. 

En el ámbito bio-genético, análisis, estudio, investigación para la prevención y solución de todas las posibles enfermedades y sus causas. 

En segundo lugar, educar para vivir, no domesticar para trabajar. Ello implica educación y libertad para que los seres humanos desarrollen todo su potencial y su realización personal, la capacidad de motivación e interés, el estudio, la creación, que permiten que el ser humano se haga y desarrolle sin carencias psíquicas, educativas y culturales.