Nacemos en un mundo y heredamos una lógica, una gramática (tradiciones, mitos, ritos, hábitos, costumbres, identidades…) que contiene una trama categorial (conceptual, ontológica, normativa y formativa) donante (y, al mismo tiempo, excluyente) de significado.
Una clasificación moral no tolera lo excepcional.
La lógica moral de la crueldad es una lógica metafísica, es el triunfo del «todo.
Lo enmarcan en una tipología y, al hacerlo, le dan categoría ontológica y, más aún, le otorgan, lo elevan a un rango o estatuto moral, lo legitiman, lo inmunizan, aunque, como vamos a ver y a diferencia de lo que podría pensarse, al inmunizarlo no lo protegen sino todo lo contrario, legitiman la destrucción de todo lo que queda fuera de ese rango, legitiman la destrucción del resto..........
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