EL CUERPO Y EL MOVIMIENTO COMO MEDIOS
DE ESTIMULACIÓN SENSORIAL
Pensamos en cuanto
somos y somos en cuanto sentimos.
Sentir, es la
actividad básica, la semilla del ser y del pensar.
Sin
sentir, no se puede percibir, ni observar, ni ser, ni pensar.
Toda acción debe empezar por sentir.
“Cuando el cuerpo está
como muerto... cuando no siente, se deja de existir como individuo... “(Lowen)
Para no actuar como máquinas, ni
convertirnos en robots;
para que nuestro cuerpo esté integrado en
nuestra personalidad, formando parte de
nuestros
sentimientos y pensamientos;
para
disponer de una salud cerebral y mental,
hemos de aprender a sentir nuestro cuerpo, a
tenerle siempre presente en nuestra mente, a
estar interna y profundamente en él en todo
momento.
El cuerpo es una fuente inagotable de
sensaciones propias y es el único medio,
además,
para poder sentir lo que ocurre fuera de
nosotros,
en el exterior.
Para captar ese cúmulo de sensaciones y
acrecentarlo casi sin límites, hemos de despertar
la sensibilidad de nuestro cuerpo, esa capacidad
de sentir que permanece abotargada o dormida.
Hemos
de enseñarle a sentir.
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